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domingo, abril 30, 2006

La sombra de un sueño

Me levanté dando gracias al Eterno por haber regresado, había estado lejos, muy lejos, en un mundo tan real como este pero más peligroso. Todavía no me había separado del todo de esa fina telaraña que cubre el portal entre ambos mundos. Todavía sentía a ese demonio, y sentía su sangre mezclándose por un instante con la mía.

- Una pesadilla - Ojala fuera sólo eso, aquí no lo es nunca.

El cansancio de mil batallas se fue apoderándose de mí, al igual que esa fina telaraña, y empiezo a no distinguir ambos mundos, y en ambos estoy a la vez. Todo empezó a ser confuso, la noche lo cubría y busqué al demonio.

- No está aquí. Nunca ha estado, no puedes luchar con él pues no existe.
- Pero era real, tan real, recuerdo los colores...
- Traspasaste el límite que distingue ambos mundos, pero el demonio no lo hizo, sigue encerrado en esa habitación.
- Pero me ha robado mi sangre, tengo que matarle y recuperarla...
- Allí donde está no le sirve.
- Pero yo la necesito, la echo en falta.

Y con un poco menos de sangre, poco a poco la sombra desapareció, pero aun noto la pérdida. Sólo me queda esperar a que lo que he visto suceda, reconocerlo a tiempo y poder evitarlo, pero ¿querría hacerlo?

jueves, abril 27, 2006

La búsqueda

Esta vez creía que lo tenía, estaba muy cerca, a punto de conseguirlo. Todas las señales indicaban que había llegado la hora, y estaba preparada.

Hace mucho tiempo, cuando ni siquiera había cruzado al otro lado, lo esperaba, pacientemente, sentada en el poyete de la ventana desde la que miraba la vida real. Imaginaba que pensaría, que sentiría, que diría y que haría. Pero nunca apareció.

Más tarde, cuando abrí los ojos a este mundo, supe que aquí no había espacio para búsquedas. Me di cuenta de que mi destino se reducía a esta lucha que mantengo, que aquí no había más que oscuridad y sombra. Perdí la esperanza y cesó la búsqueda.

Más de 5 años pasaron, una eternidad, cuando se entabló un guerra en los pantanos de la desesperación. Allí la parte de mí que aún seguía buscando despertó, había perdido la esperanza, la memoria de tiempos más inocentes, las fuerzas para seguir buscando, y aún así despertó. Viajé por otros mundos, buscando, persiguiendo mi destino, encontrando pistas y claves para reconocerlo cuando lo encontrara. Perdí mucha sangre y más fuerzas y no recuperé la esperanza ni lo encontré.

Quizás no habían pasado muchos años, pero sí mucho tiempo, cuando oí un mensaje, un hechizo de esperanza que no había oido antes, pero que recordaba, que había recitado yo muchas veces cuando aún era niña. Me devolvió la esperanza, la inocencia y la búsqueda. El mensajero desapareció, pero el mensaje permanece.

Hubiera seguido buscando pero otra guerra se entabló, parecida a la que me desgarró la primera vez, recordándome que en este mundo no hay espacio para búsquedas, que sólo soy una luchadora. Que en este mundo de fuego y hielo no puede encontrarse nada bello, inocente y puro.

miércoles, abril 19, 2006

La magia en el aire

Son los días como hoy cuando más puedo sentirla, se respira en cada invisible gota de lluvia que parece que flota en el aire en vez de caer. El cielo esta gris, concentrado en lo que ocurre aquí abajo in querer siquiera ver el sol que esconde. El aire esta electrificado, casi suelta chispas donde no puede prender fuego. Todos los elementos se combinan para darle la fuerza que hoy hay en la misma tierra.

Días como hoy no puedo resistirme a hacer magía, a dejarla recorrer mi cuerpo, inundarme de poder y dejarlo pasar, canalizándolo hacia dónde me apetezca. Jugando con algo que apenas puedo controlar y que probablemente me controle a mí.

Son los días así los que me recuerdan porqué dejé que ella entrara en mi vida, no importa cuántos demonios me ataquen, cuántas sombras me persigan o cuantos fantasmas me llamen. Hoy pertenezco a la magia.

domingo, abril 16, 2006

Antiguos enemigos, nuevas batallas

Ya conocía a este enemigo, muy bien, más que a cualquier otro, y lo vi venir, y otra vez no supe enfrentarme a él como debería. No ha habido un enemigo tan sanguinario, cruel y destructor, nada me ha hecho tanto daño como él.

Aquella vez entable una largíisima guerra, batalla tras batalla, iba perdiendo fuerzas, aliados y mi propia vida, gota a gota. Nunca debí enfrentarme a un enemigo más fuerte que yo, cometí dos errores, lo subestimé y me enamoré del comandante de las tropas enemigas, es un pobre diablo, listo como ningún mortal, que consiguió desgarrar mi cuerpo, mi mente y mi alma. Pero de eso hace ya mucho, y esa guerra se acabó, del mismo modo que empezó.

Ya no es el mismo el que dirige las tropas, pero sabe como arengarlas. Tiene fuerzas de las que yo carezco, y como siempre, el enemigo que mueve a este pobre diablo es mucho más fuerte que yo. Entabló batalla el domingo, y ayer, y seguirá haciéndolo porque tiene tiempo, y mis fuerzas se debilitan.

Pero esta vez no cometeré ninguno de los dos errores, esta vez no lucharé del mismo modo. Esta vez conquistaré el reino que me merezco por derecho, porque en ninguna de estas tierras el enemigo reina, porque él sólo tiene un reino de fuego y sombra, y no es éste.

miércoles, abril 12, 2006

Tras mis ojos

"Live is easy with eyes closed", dijo un mago (en cierta forma hermanastro mío) una vez. Creo que no era del todo consciente de cuánta verdad contenían sus palabras. Si mi sangre es peligrosa, mis ojos son un laberinto imposible de salvar, quizás la vida sería más fácil para todos si los mantuviera cerrados.

Pero no puedo evitar abrirlos, seguir buscando la verdad dentro de la gente, saber si son ángeles o demonios o simples mortales. Pero hay un breve instante en que ellos me devuelven la mirada, y entonces están perdidos. Ojala pudiera saber qué esconden mis ojos, quizás es más verdad de la que puedan entender, quizás sea mi inocencia escondida, quizás más preguntas que respuestas.

Demasiados se han perdido, y hay veces que no se pueden recuperar, buscan respuestas que no tengo a preguntas que no les planteé. Pero pronto se muestra la verdadera naturaleza de los seres, cuando vuelvo a cerrar mis ojos, y se vuelven oscuros, pues oscuro es el mundo que reflejan.

jueves, abril 06, 2006

Material world

A veces con tanta sombra me cuesta ver el valor de las cosas del mundo material. Me cuesta ver la dependencia que adquirimos con ellas, y la poca capacidad que tendríamos de volver a la nada de la que partimos. Ojala pudiera decir que esto se queda en una cuestión filosófica, pero no es así, siempre que un humano tiene una debilidad hay un demonio para aprovecharse de ella.

Nunca lo he considerado un demonio especialmente malvado, tan sólo molesto, aunque esta vez ha conseguido sacarme de los nervios. Suele aparecer cuando uno está preocupado en "cosas más importantes" y empieza a hacer desaparecer cosas, al principio nada importante, después cosas que necesitas. En estas tierras lejanas, la movilidad era necesaria, y me la ha robado.

Pienso perseguirle y hacerle vomitar todo lo que ha sacado de la gente, lástima que sólo vaya a obtener bilis, pero al menos será la suya.

miércoles, abril 05, 2006

La batalla

Había demasiados demonios, pensé que harían como siempre, atacar por separado, pero esta vez han decidido aliarse, las estrellas lo anunciaban, y la luna brilla para nosotros los seres de la oscuridad, así que toca batalla.

Mantengo a mi princesa con sus caballeros en el frente que dejé, atacada duramente por mis demonios y los suyos, yo sigo aquí, en tierras lejanas enfrentándome a mis nuevos demonios y sombras.

Sé que caerán antes que nosotras, pero ambas lamentamos la pérdida de algún caballero oscuro a manos de demonios, han caído más de los que pensábamos, y más caerán, pero sabemos que pronto la batalla habrá acabado. Ellos son más, y más aparecen, pero su voluntad no es tan fuerte como la nuestra ni su reino igual de grande.

sábado, abril 01, 2006

El grito de un fantasma

Ya lo presentía, y habían llegado rumores a mí de que había empezado a rondar un fantasma, pero hoy oí su grito. Me revolvió las tripas y deshizo mi corazón, me llegó tran profundo que casi me caigo. El grito venía de lejos, demasiado lejos, tanto, que pensé que no llegaría a mí, pero había subestimado el poder de un fantasma. No son peligrosos, pero éste pide mi ayuda, y no se van hasta que encuentran lo que están buscando. Había huido de él, pensé que aquí no me encontraría, que no oiría su voz, pero me equivoqué. Todavía no me ha dicho qué busca, pero yo lo sé, es mi sangre. Pronto me hablará en palabras que pueda entender, y reclamará lo que le pertenece, y si no se lo doy destruirá todo lo que he construido, todo lo que creía que había logrado, y si se lo doy, soy yo la que renuncia a todo ello.

Lo siento, mi princesa, debí haberte escuchado cuando todavía no era el portal del fantasma. Pero no puedo evitar seguir un grito desesperado cuando lo escucho.