order-bottom:1px dotted #544;

miércoles, julio 05, 2006

Oído

He tardado en darme cuenta, lo sé, pero he vuelto a casa. No me había percatado hasta que de forma tan sútil que ni siquiera lo oí, se coló un demonio en mi oido. Era el mismo demonio de siempre, era el demonio que se creó como consecuencia de mis actos, era el demonio que nació en el momento en el que mi corazón y mi razón dejaron de estar de acuerdo; hace 22 años de eso.

Es suave y blandito, áspero y duro, es agradable y divertido, es cínico y cruel. Son las consecuencias a mis actos. No lo lucharé, ya lo hice en otras ocasiones, pero ahora soy otra.

No se han dado cuenta, tenía curiosidad por saber si se notaba, pero no es así. "Todavía no me han mirado a los ojos", me consuelo, "¿alguna vez lo hicieron?". Nada ha cambiado, pero soy distinta, y sólo yo necesito saberlo.