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domingo, julio 02, 2006

Una historia de guerreros

Había andado un largo camino, me gusta andar, pero a veces en cansacio me impide pensar en algo más. Así que me detengo y miro la calle buscando un lugar donde sentarme. Era una pared y una puertecita, había un hombre con una cerveza fumando en la puerta, era difícil darse cuenta de que era un bar, quizás por eso mismo lo elegí. Entro y miro alrededor, sin apenas iluminación, poca gente y aún menos mortales, un buen lugar para alguien como yo.

Me tropiezo con un escalón al entrar, y me apoyo en una mesa para no caerme.

- Disculpa.
- Sin problemas, con esta luz, es normal no ver los escalones, sobre todo si miras al frente y no al suelo.
- Si miras siempre al suelo, te pierdes casi todo.
- Pero seguro que tú hasta hace poco mirabas siempre al suelo - sonríe.
Me pone nerviosa cuando me calan tan pronto, pero sabía que allí la gente veía bastante más de lo obvio.
- ¿Por qué no te sientas? Creo que tengo una historia que te puede interesar.
Me siento y me traen una cerveza, menos mal que me he hecho esta bebida y que está fría. Saco un cigarro y me ofrece fuego.
- ¿Escucharás o sólo oirás?
- Escucharé - sonrío.
- Era una época de paz entre guerras, como la de ahora, sabes de lo que hablo. Cuando ves más allá de lo que tus ojos te dicen, más de una vez te sientes más cercano al enemigo que al mortal.

"Dos guerreros recorrían un mismo camino, aunque sus destinos eran distintos. Y a pesar de luchar en bandos opuestos, sus famas les precedían y se respetaban. Pero el camino era largo y solitario, y decidieron recorrerlo juntos.

"Siguiendo las normas no escritas del caminante, compartían comida y bebida, pero sobre todo conversaban. Al principio de cosas neutrales, más tarde acabaron hablando de guerra, al fin y al cabo eran guerreros. Y hablaban de las batallas que habían tenido, de técnicas de guerra, y de formas de luchar de ambos bandos. Acabó surgiendo una amistad y una complicidad que parecía carecer de lógica en personas de tan distinto origen. Ambos sabían que si había guerra, no habría piedad, pero que en aquel momento, la confianza era mutua.

"Llegaban a una ciudad, apenas un par de días de distancia, allí sus caminos se bifurcaban. Volverían a encontrarse, pero las circunstancias podían cambiar. Nunca se habían enfrentado en batalla, pero su curiosidad les pudo. Querían tener la oportunidad de enfrentarse en un duelo de uno contra uno. No se sabe muy bien quién de los dos propuso el reto, pero ambos decidieron seguirlo. Era un juego, no era real, pero ambos eran buenos guerreros y la lucha sería de verdad.

"Magia y espadas se enfrentaron. No hubo espectadores, pero siempre hay ojos y oidos para las buenas peleas y aquella merecía la pena. La primera gota de sangre se derramó y ahí acabó el duelo. Dicen que sonrió mientras la sangre le resbalaba por el rostro y dicen que el vencedor tembló. Cada uno con distintas marcas de batalla siguió su camino y nadie sabe si se volvieron a encontrar.

Le da una última calada al cigarro y sonríe, esperando respuesta del oyente.
- ¿Por qué me cuentas esta historia?
- Deberías saberlo, ya hablaste con los tres espectros.

Estoy más acostumbrada a ver yo las cosas, no a que me las cuenten, pero la información siempre es un regalo de doble filo, hay que usarla con cuidado.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo piensa...

Háblale al Tercero de juegos que no son reales...

1:58 p. m.  

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